La «mud fever» (o «fiebre del barro») comunmente también llamado arestines es una afección común provocada por una bacteria en la piel de los caballos llamada Dermatophilus congolensis, que se produce cuando la piel se humedece por un tiempo prolongado y se irrita. Aquí te explicamos qué caballos están afectados, cuáles son los síntomas, cómo se diagnostica y cuál es el tratamiento para esta afección:
- Caballos afectados: La mud fever afecta principalmente a caballos que están expuestos a terrenos fangosos, húmedos y sucios. Es más común en las patas traseras, pero también puede afectar las patas delanteras.
- Síntomas: Los síntomas de la mud fever pueden incluir inflamación, hinchazón, costras, enrojecimiento, dolor y descarga de líquido. En casos graves, también puede haber pérdida de cabello y ampollas.
- Diagnóstico: El diagnóstico de la mud fever se basa en los síntomas visibles en la piel del caballo. En algunos casos, el veterinario puede tomar una muestra de piel para descartar otras afecciones.
- Tratamiento: El tratamiento para la mud fever incluye mantener las patas del caballo limpias y secas, así como aplicar cremas y ungüentos para reducir la inflamación y la irritación de la piel. También se pueden administrar antibióticos en casos graves.
- Limpieza: Limpie la zona afectada con agua tibia y un jabón suave para retirar la suciedad y las bacterias. Luego, seque bien el área con una toalla limpia. Se puede utilizar algún jabón desinfectante como clorhexidina o povidona yodada.
- Aplicación de compresas: Coloque una compresa de agua tibia y sal en el área afectada para reducir la inflamación y la infección. Deje la compresa durante unos 15 a 20 minutos, tres veces al día.
- Antibióticos: Si la inflamación no desaparece después de unos días, es posible que sea necesario administrar antibióticos. Consulte a su veterinario para obtener una receta.
- Medidas preventivas: Para prevenir la aparición de arestines en el futuro, asegúrese de mantener a su caballo limpio y seco, especialmente después del ejercicio. Utilice productos de aseo suaves y no irritantes para la piel, y asegúrese de que la ropa del caballo esté limpia y seca.
Es importante prevenir la fiebre del barro y mantener las cuadras y pastos limpios y secos. También es iportante lavar y secar las patas del caballo después de cada entrenamiento. Si se sospecha que un caballo tiene fiebre del barro, es importante consultar a un veterinario para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.