Los caballos Pura-raza Gallega son la opción predilecta de diversos jinetes. Esto se debe a que resultan perfectos para muchas labores modernas relacionadas con equinos. Te invitamos a aprender todo sobre ellos.
Origen | España |
Alzada | 1,20 – 1,45 m |
Peso | 165 – 300 kg |
Morfología | Pura Raza Gallega (PDF) |
Asociación | cabalogalego.com |
Origen del caballo Pura-raza Gallega
El origen exacto del Pura-raza Gallega no ha sido determinado en todos sus aspectos. Se sabe que tiene entre sus ascendientes a la raza celta y al caballo español original. Por otro lado, su nombre se debe a la comunidad autónoma de Galicia.
Durante la época del Imperio Romano se realizó múltiples registros que hablaban de esta raza. En ellos se menciona que los caballos habitaban la zona que luego se convertiría en Galicia. A lo largo de los siglos se mantuvieron allí sin salir.
No obstante, las capacidades del Pura-raza Gallega hicieron que fuese buscado por personas de otras regiones. Así se extendió por todo el territorio del país, ganando una popularidad avasallante. Esta continuó hasta la era de la Revolución Industrial.
En los tiempos actuales esta raza está en peligro de extinción. Por ese motivo se ha desarrollado diversos planes para conservarla. De la misma manera, el Pura-raza Gallega ha contribuido en la ganadería de toda América.
Características
Las características del Pura-raza Gallega son el punto clave que define a esta raza. En consecuencia, préstale atención a cada una, y serás capaz de reconocer un ejemplar sin problemas:
Alzada baja
Los ejemplares de esta raza son relativamente pequeños. Su alzada tiene un promedio de entre 1.20 a 1.45 m. Y, de hecho, son pocos los ejemplares que llegan a la máxima estatura.
Extremidades de poca longitud
Los miembros de los Pura-raza Gallega son considerablemente cortos, como bien lo sugiere su estatura. Aunque eso no les impide ser muy fuertes y resistentes. Son además muy finos.
Cascos resistentes
En los cascos del Pura-raza Gallega está presente una enorme resistencia. No son muy grandes, a decir verdad, pero pueden soportar largas jornadas en terrenos llanos y rústicos.
Tonalidad limitada
El color en esta raza suele ser el negro o el castaño. En contraste con esa variedad tan escasa, la tonalidad tiene gradaciones. Estas generan una apariencia muy vistosa y original que es el sello de estos caballos.
Sin embargo, existen excepciones a la regla del color. Muy pocas, en realidad. El caso es que algunos ejemplares nacen con un tono pardo, al cual se le denomina “ratonero” entre los criadores.
Cabeza y pelaje
La cabeza en estos caballos tiene un tupé bastante abundante, y la frente es ancha y plana. También hay mucho grosor en el pelaje de estos caballos. Pese a ello, no es rústico.
Peso relativo
El peso de los Pura-raza Gallega se ve influenciado por diversos factores. Uno de ellos es el sexo, mientras que otro igual de importante son las condiciones del ambiente donde crece.
De cualquier modo, lo cierto es que estos animales se mantienen entre los 165 y los 300 kilogramos. Algunos ejemplares, si entrenan desde pequeños y comen lo bastante bien, logran rozar los 304 kilogramos.
Cola y crin pobladas
En la zona de la crin y la cola el Pura-raza Gallega tiene concentrado un buen porcentaje de su pelaje. Es algo que se destaca a simple vista.
Temperamento
El caballo de Pura raza Gallega es un caballo muy valiente. No se asusta con facilidad, aun si está en situaciones de riesgo. Es capaz de mostrarse frío frente al peligro, lo cual le permite actuar con audacia.
Esta raza cuenta también con una inteligencia muy notable que le permite desempeñarse en muchas áreas. Es a su vez muy dócil con las personas. Permanece tranquilo y en silencio la mayor parte del tiempo.
Videos del Caballo Pura Raza Gallega
Usos
Las cualidades físicas del Pura-raza Gallega le han hecho perfecto para ser un caballo de silla. Ha participado en diversas competencias mundiales de equitación. Al mismo tiempo, se lo utiliza mucho para enganche en paseos.
Cuidados del Pura-raza Gallega
Con el Pura-raza Gallega no se necesita una alimentación especial. Basta con que su menú contenga heno y con que disponga de agua siempre.
Eso sí, su pelaje debe mantenerse muy limpio. Cepíllalo constantemente, y así evitarás que algún insecto peligroso se esconda en él.